Pese a que las municipalidades deben contar con estructuras administrativas y operativas consolidadas, dentro del régimen de autonomía que les da la Constitución Política, el Instituto de Fomento y Asesoría Municipal (IFAM) se aferra a su papel de asesor, apoyo, capacitación y de enlace con los gobiernos locales.
El IFAM se ha planteado entre sus tareas capacitar a las autoridades municipales como alcaldes, alcaldesas, regidores, regidoras, intendentes e intendentas en temas como turismo inteligente, ciberseguridad, gestión de proyectos y administración pública.
Según Jorge Ocampo, presidente ejecutivo, la entidad se ha venido transformando, al punto que, en los dos últimos años, aprobó créditos por ¢36.000 millones a los ayuntamientos para el desarrollo de proyectos.
Para ello dispuso de un fondo que llegó a los ¢50.000 millones, recursos generados por los superávits libres generados por la entidad, que recibe ingresos del Impuesto a los Licores, así como por concepto de alquiler de una parte de su edificio.
Del Impuesto distribuye una parte al Instituto Costarricense del Deporte y la Recreación (ICODER), la Unión Nacional de Gobiernos Locales (UNGL), la Asociación Nacional de Alcaldías e Intendencias (ANAI), el Centro de Capacitación Municipal de la Universidad Estatal a Distancia (UNED), la Red Costarricense de Mujeres Municipalistas, así como a las propias municipalidades.
Entre sus funciones, Ocampo defiende que el IFAM le da el servicio de comercio electrónico a las municipalidades, lo que hace que los contribuyentes puedan pagar con tarjetas de débito o crédito y la otra es por sinpe empresarial de manera automática.
Ello, pese a que en la actualidad varias municipalidades han desarrollado sus propias plataformas de pago, y otras aún no ofrecen esa posibilidad a los vecinos, pues no disponen de la estructura necesaria.
Además, es el interlocutor entre las munis y el gobierno central, pues sirve de enlace entre los Gobiernos Locales y el gobierno central y viceversa.
“El IFAM tiene una rectoría, pero es atípica, sobre las municipalidades. Tenemos una rectoría de hermano mayor. No podemos ordenar a las municipalidades qué hacer porque tienen autonomía municipal. Aconsejamos, acompañamos, orientamos, pero si la municipalidad quiere hacer otra cosa, tiene total independencia para hacerlo”, explicó Ocampo.
Esa es precisamente la razón por la que algunos sectores se han preguntado si la institución tiene vigencia en la actualidad. Muchos lo ven como la sombrilla de las municipalidades, cuando en realidad las 84 existentes en el país son, cada una, independiente.
Cuando Ocampo atendió a www.despertar.cr se le consultó ¿Qué hace determinante la existencia del IFAM? “Lo determinante es la gran asimetría que existe en el régimen municipal costarricense”, respondió.
Y amplió: “¿Qué pasa con muchas de las municipalidades? que no tienen los recursos ni siquiera para tener una capacidad total instalada de funcionamiento. Muchas cosas las tenemos que dar nosotros, el apoyo. A veces no tienen abogado, encargado de compras, entre otras.
A nivel financiero nacional no existe una institución que de créditos realmente baratos a las municipalidades. Las municipalidades grandes pueden acceder a créditos en muchas entidades del sistema bancario nacional. Aún así, muchas veces vienen con nosotros. Pero ellas no son las del problema. El problema son las medianas y las pequeñas. En algunos casos no son objeto de crédito porque no tienen estados financieros, porque son nuevas o son pequeñas y tienen un presupuesto muy pequeño”, argumentó.
Pero ¿se justifica la existencia del IFAM en la actualidad? Ocampo insiste en que sí, debido a las asimetrías entre las entidades que integran el Régimen Municipal.
Recordó que, además de las 84 municipalidades, el IFAM también atiende a las Intendencias.
“La misma pregunta me hicieron a mí cuando acepté el puesto. Yo lo que dije en ese momento fue, que para las municipalidades grandes y, posiblemente para algunas pequeñas, no significaría mucho problema. Para las municipalidades de medianas para abajo sí sería una catástrofe porque no tendrían una posibilidad de acceso a diferentes tipos de apoyo.
“(…) Estamos trabajando en transformación tecnológica que, si nosotros no lo hacemos, ninguna municipalidad podría hacerlo, ni las grandes, porque lo que estamos invirtiendo, ellas no pueden sacarlo de su quehacer para poder invertir ese dinero; en esa transformación tecnológica que además beneficie a todas las municipalidades del país”, afirmó Ocampo.
Inteligencia Artificial en la mira
Comentó que el IFAM ha invertido alrededor de ¢3.000 millones en estos dos años para dotar a las municipalidades de herramientas tecnológicas ágiles que les permitan ser más eficaces y eficientes.
“Tenemos dos que ya están funcionando, que es la de ingresos. Hay munis que han triplicado sus ingresos con la implementación de nuestro sistema. Y estamos implementando el mecanismo de egresos, que es un modelo de administración municipal, donde las municipalidades pueden llevar sus procesos de contabilidad, de presupuestos, de compras, de recursos humanos, de archivos, entre otros”, mencionó Ocampo.
Además, se trabaja en un modelo de Inteligencia Artificial (IA) para las municipalidades, en el que se enfatizará en la creación de una base jurisprudencial tanto administrativa como judicial de todos los trámites o procesos que hayan llevado o que tenga injerencia los Gobiernos Locales, para que sirva de apoyo para la toma de decisiones y en la contestación de recursos de la ciudadanía.
“Con lo de Inteligencia Artificial pretende crear un programa que transcriba las actas de manera literal, en tiempo real y que las Secretarías Municipalidades sólo tengan que hacer una revisión de las actas para que no haya errores en la transcripción o en el entendimiento que tenga la Inteligencia Artificial y, sobre todo que esta IA ayude a depurar la base de datos de las municipalidades”, aseguró Ocampo.
Manifestó que el uso de esa herramienta contribuirá a la depuración de la morosidad que tienen los ayuntamientos, pues sostuvo que la mayoría de ese índice es producto de información duplicada de contribuyentes.
“Las municipalidades tienen que entender que estamos teniendo un cambio tecnológico trascendental. Tienen que adaptase a ese cambio. Tienen que darles la posibilidad a sus clientes, a sus contribuyentes de que puedan hacer cada vez más ágiles los servicios. (…) siempre han tenido la fama de ser lentas, de tener trámites confusos y enmarañados. Tenemos que trabajar en eso y lo estamos haciendo con un proceso de simplificación de trámites que permita que la gente, realmente, pueda acceder al servicio que necesita de manera inmediata”, enfatizó Ocampo.