El presidente de la República, Rodrigo Chaves opera bajo un esquema presidencialista puro, tendiente a concentrar el poder, al margen de lo que establece la Constitución Política de Costa Rica.
Ese es uno de los apuntes más importantes del más reciente estudio de la Escuela de Sociología de la Universidad Nacional (UNA), específicamente por parte del Análisis de Coyuntura de la Sociedad Costarricense.
Los investigadores sostienen que ese estilo centralizado del poder del Presidente, con un lenguaje autoritario y confrontativo, se ve reflejado en las confrontación que ha escalado con la Asamblea Legislativa.
Esos mismos enfrentamientos se han ampliado también con el Poder Judicial, la Contraloría General de la República, el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), la Defensoría de los Habitantes, las Universidades Públicas y hasta el Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
Para los investigadores de la Escuela de Sociología de la UNA. estas acciones se están convirtiendo en un lastre para avanzar en la propuesta de soluciones de política social, vinculados a educación, seguridad, ambiente y poblaciones vulnerables.
El Programa Análisis de Coyuntura de la UNA da cuentas de la realidad que atraviesa el país, y establece que hay una enorme dificultad para llegar a acuerdos con Chaves
El coordinador del Programa, Carlos Carranza comentó que una muestra evidente de ello es el uso de un lenguaje duro y estigmatizante, para referirse a aquellas personas a quienes el presidente Rodrigo Chaves considera sus opositores políticos.
Según Carranza estas actitudes colocan a Chaves con una lejana negociación y con una hiper centralización de las decisiones de la política pública, lo cual es parte de la estrategia presidencial, donde la interpelación es directa y con muy pocas posibilidades de poder alcanzar acuerdos.
El director del estudio fue claro al señalar que en una democracia siempre hay diferencias y que no existe ningún Gobierno que logre “siempre tenerlo todo”.
Carranza dejó entrever que las puertas del dialogo siempre deben estar abierta para lograr acuerdos, pero estos no se están dando en esta administración.
Argumentó que, por el contrario, ha habido un mayor distanciamiento entre los Poderes de la República como lo hizo ver hace unas semanas el presidente de la Asamblea Legislativa, Rodrigo Arias.
Chaves y la economía
El estudio de la UNA presenta una valoración positiva sobre el Ministerio de Hacienda, que ha realizado esfuerzos para reducir el déficit fiscal. Pero no existe una estrategia clara que permita establecer objetivos concretos.
En este contexto, el estudio determina que se ha instaurado un modelo donde la inversión social pasa a ser un elemento subsidiario dentro de la lógica de las políticas del Poder Ejecutivo. Las repercusiones se verán en los próximos años, no solo con el apagón educativo, además de una parte del sistema educativo y social.
Carranza señaló que en lo que toca a la económica, el Poder Ejecutivo tiene un panorama de ajuste estructural que no está negociado con el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Pero el programa es claramente un esfuerzo de parte del gobierno en ese sentido.
“Se ha reducido el déficit, pero no hay una estrategia de cómo vamos a tirar líneas a futuro. Un gobierno no debe ser solo para el período de los cuatro años, sino que en temas estratégicos debe ser para 10, 20 o 30 años. Ese problema pareciera que va a quedar sin resolver”, señaló Carranza.
Añadió que el presidente Chaves tiene un modelo económico el cual lleva poca inversión y la búsqueda de la reducción del Estado, pero la actual reducción fiscal, no le alcanza para mantenerlo. Además, la gestión que realizó la anterior administración de Carlos Alvarado fue corta.
Política ambiental
El estudio plantea que, si bien el Poder Ejecutivo se ha comprometido con la Cumbre del Milenio y Costa Rica es un país de vanguardia en materia ambiental, las acciones parecieran ir en otro sentido.
En él se señala que el Ministerio de Ambiente y Energía no cuenta con una política ambiental como fueron otros gobiernos que avanzaron hacia un país más sustentable. Por el contrario, las mismas afirmaciones del presidente sobre la tala de bosques y, en otro momento, sobre explotación petrolera han puesto en duda la situación.
Finalmente, el informe apunta que, de hecho, no se han firmado decretos que ayuden a mejorar el tema de la tala de bosques y que hay una omisión que ha terminado en un debate sórdido entre las partes.