Pifias administrativas del ICE tienen en jaque suministro de energía

“Realmente es un seguro si la situación se pone muy complicada. El país no tendría cómo soportar un racionamiento". Roberto Quirós, gerente de Electricidad del ICE, el 13 de febrero de 2024.
Marco Acuña, presidente ejecutivo del ICE, reconoció que la no construcción de proyectos planificados años atrás incide en que la institución no pueda hacerle frente a la creciente demanda eléctrica actual.
photo_camera Marco Acuña, presidente ejecutivo del ICE, le cargó la responsabilidad de los racionamientos de energía a las administraciones anteriores, sin admitir la suya.

El severo impacto del Fenómeno del Niño tiene en jaque el suministro de energía por parte del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE). Pero, más aún, las pifias y los errores de orden administrativo que llevaron a que durante años no desarrollara proyectos de generación eléctrica propios, pese a las recomendaciones de los equipos técnicos.

De hecho, esos equipos establecieron la planificación que debía seguir la entidad, pero los jerarcas tomaron decisiones contrarias.

Muchos de esos proyectos detenidos o atrasados en materia de generación hidroeléctrica, geotermia, eólica, habrían contribuido a contrarrestar, si no evitar, la crítica situación actual que llevará a la población a sufrir racionamientos eléctricos.

Roberto Quirós, gerente de Electricidad del ICE, señaló que ningún proyecto de electricidad se construye de un año para el otro y defendió que los criterios técnicos deben ser respetados.

“Es necesario que se respete la planificación que se ha hecho. Es necesario que las administraciones que han estado antes hayan elevado los proyectos a etapas de factibilidad y de financiamiento para que se pudieran comenzar a construir.

“Como gerente, me era humanamente imposible, de junio del año pasado a este momento, haber desarrollado un proyecto del tamaño que se necesitaba para evitar esta crisis”, afirmó Quirós, tratando de deslindarse de la responsabilidad por la crisis, que atribuye a quienes estuvieron antes que él en el cargo.

¿Y la generación térmica?

Eso sí, tampoco asumió responsabilidad por el hecho de que el ICE iniciara a destiempo un proceso de contratación para alquilar dos plantas geotérmicas. La empresa se limitó a decir, vía comunicado de presa, esta semana que la llegada de esas plantas se había retrasado dos meses por temas atinentes a las firmas contratadas, pero no detalló más al respecto.

Sin embargo, el pasado 13 de febrero del presente año cuando el mismo Quirós anunciaba a la prensa que el ICE había alquilado dos plantas para generación térmica y explicaba que eran para cubrir la demanda de los años 2024, 2025 y 2026, nunca dijo que había un atraso en la entrega del equipo por parte de las firmas contratadas.

“Con eso vamos a evitar que, desde lo que tenemos que hacer nosotros, exista un riesgo de racionamiento. Hemos trabajado muy fuerte con los equipos técnicos para volver a tener herramientas, para volver a preparar al personal para evitar cualquier afectación en una maniobra o mantenimiento que nos ponga en riesgo”, afirmó Quirós en aquel momento.

Y agregó: “realmente es un seguro si la situación se pone muy complicada. El país no tendría cómo soportar un racionamiento".

Ahora, sin embargo, se va más atrás para dejarle toda la responsabilidad a quienes le antecedieron, cuando se vino el problema de los racionamientos que tan solo en febrero advertía que se iban a evitar gracias a lo que, desde su gestión se estaba haciendo.

Esta semana, en la institución informaron que tanto Aggreko como Soenergy, las empresas en cuestión, presentaron una serie de argumentos para justificar los atrasos, pero estas no fueron de recibo por parte de la administración del ICE.

La idea inicial era que las plantas térmicas entraran en operación en enero del presente año. Pero, al final, una comenzó en marzo y la otra, en abril.

El monto de la contratación es por $83 millones y el plazo se extiende hasta el 2026.

Quirós dijo que si se contara con sistemas de generación distribuida -son tecnologías de generación y almacenamiento conectadas directamente a la red de distribución, capaces de exportar potencia eléctrica activa- eso hubiera contribuido a paliar la situación actual.

También, el desarrollo de proyectos grandes como Borinquen y Diquís, que están en carpeta desde hace varios años.

Aseguró que los equipos técnicos trabajan de cara al 2025, pues se prevé que los embates del fenómeno del Niño serán más fuertes.

¿Demanda cubierta?

Por otra parte, Marco Acuña, presidente ejecutivo del ICE, fue en la misma línea de lanzar culpas y criticó que, en el 2018, las autoridades institucionales anunciaron que la demanda eléctrica estaba cubierta por 10 años.

“¿Cuánto ha pasado?, ¿5 o 6 años? Entonces no fue cierto eso. Se aplazaron proyectos como Borinquen, que es un geotérmico que tenía que entrar en el 2023 y lo pasaron al 2026, porque la demanda estaba cubierta.

“Simplemente desecharon proyectos que el ICE estaba haciendo, diciendo que en 10 años el país no necesita más generación”, añadió Acuña.

Explicó que, para la construcción de una planta geotérmica, se requerirían seis años, mientras que una hidroeléctrica lleva un tiempo de edificación de entre tres y cinco años, una eólica año y medio y una solar un año.

Además de la severidad del Fenómeno del Niño, el hecho que dos plantas térmicas contratadas entrarán en operación 8 semanas después de lo previsto agravó la situación al punto que obligó al ICE a usar las reservas más de lo esperado, hasta dejarlas en condiciones críticas.

Extraña otras instituciones

Al mismo tiempo, Acuña aprovechó la conferencia de prensa en que se anunciaba el inicio de los racionamientos de energía, reclamó que extrañaba la presencia de otras instituciones en esta etapa, pues lo que atraviesa el país “es un evento de fuerza mayor. Es un evento extremo”.

“También extrañamos un poco el hecho de que otras instituciones estén acá, del lado de nosotros, enfrentando esta situación. Creo que este tema hubiera dado para declarar emergencia nacional. Pero bueno, no sucedió, así que hay que darle mérito a quienes han estado de lado de nosotros más fuertemente”, reafirmó Acuña.

Ello, luego de señalar que en una reunión previa se le había presentado el panorama a la Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias (CNE). En ese momento, no ser pidió ninguna declaratoria de emergencia nacional.

Pero tan pronto se le repreguntó, Acuña trató de bajarle el tono a lo que dijo y sostuvo que, tal vez, se malinterpretaron sus palabras. Entonces, señaló que la información que se tenía hace un tiempo no es la misma que se tiene en la actualidad.

Y, más aún, para quitarle responsabilidad a la CNE, explicó que “en aquel momento estábamos visualizando algunos elementos climáticos que hacían suponer que las plantas de alquiler que íbamos a incorporar iban a hacer que pasáramos ese bache. Sin embargo no habían elementos necesarios para hacerlo (declaratoria de emergencia nacional). Lo que estamos viviendo hoy hubiera dado para declarar un estado de emergencia, pero lo que estamos viviendo ni siquiera nosotros lo pudimos prever”, aclaró Acuña.

Amplió que se le solicitó a la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (ARESEP) una tarifa para bagazo, pero no se logró y admitió “son reproches que efectivamente hay que hacer”.

Al consultar a la CNE sobre el reclamo del presidente ejecutivo del ICE, esa institución infirmó que mantiene una estrecha coordinación con todas las instituciones del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo, incluyendo el  ICE, en el marco de los fenómenos de El Niño y La Niña. 

"En ese sentido, como lo indicó su jerarca, Marco Acuña, el panorama de hoy es distinto a lo que se esperaba, como ocurre en algunas ocasiones con temas climáticos. Continuaremos con la coordinación necesaria para cooperar en la medida de lo posible en este escenario y futuros que se puedan presentar  para que le impacto sea el menor posible hacia la población", agregó la CNE, dejando dudas sobre el nivel real de coordinación entre las partes.