Fallas en el sistema eléctrico y en el de aguas, siguen siendo el Talón de Aquiles en la construcción de viviendas de interés social, pese a las mejoras identificadas en la infraestructura. Estas debilidades son producto de que las inspecciones son deficientes en la última fase del proceso constructivo.
Estas son dos de las llamadas de atención del Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos (CFIA), en el XII Informe sobre Vivienda de Interés Social 2023. Allí se analizaron casos de familias que recibieron el bono individual de la vivienda en todo el país.
Entre los elementos evaluados en 238 inspecciones efectivas están: terreno, fundaciones, pisos, paredes, estructura de techo, sistema pluvial, sistema eléctrico, sistema sanitario, puertas, ventanas, aleros, tapicheles y cielo raso, entre otros.
Pese a que el CFIA reconoce que a lo largo de 24 años se denota una mejorara de las viviendas de interés social, pues cumplen con la normativa nacional y se ajustan a los códigos técnicos vigentes, lo cierto del caso es que todavía existen debilidades que las autoridades tanto del Ministerio de Vivienda y Asentamientos Humanos (MIVAH) y el Banco Hipotecario de la Vivienda (BANHVI) deben prestarle atención.
Marcial Rivera, jefe de Gestión de Procesos del CFIA, comentó que en términos de calidad constructiva y de infraestructura, las viviendas se encuentran “muy seguras”.
“Las tuberías PVC muchas veces se dejan expuestas y eso representa un riesgo porque con solo cubrir con un poco capa de tierra puede evitar que un golpe haga una fuga.
“Otro elemento que encontramos muy repetitivo, más o menos del 30% de los casos, es que una vez que las familias reciben la vivienda hacen un cambio en la parte mecánica. Están acostumbrados a, por ejemplo, sacar agua de la lavadora y tirarla al terreno o trasladan el fregadero de lugar y eso hace que las figuras de ese espacio dejen de funcionar”, externó Rivera.
En la parte eléctrica, Rivera detalló que “encontramos algunas viviendas donde previamente la familia vivía ahí, tenían una acometida eléctrica vieja, se construye una casa nueva y no se cambia la acometida eléctrica, con lo cual tenemos una familia con un sistema eléctrico muy bueno, pero la acometida eléctrica no cumple con los requisitos actuales que se requieren y esa es la supervisión que nuestros profesionales deben dar”.
Algunos hallazgos
De las 238 inspecciones realizadas se detectó:
- El 98% de los bonos entregados son habitados por sus beneficiarios.
- El 70% de las viviendas son construidas en zonas rurales.
- 15% de los terrenos presentan problemas de agua (inundaciones y evacuación de aguas pluviales).
- El 54% de los sistemas constructivos son prefabricados horizontales.
- El 89% de las viviendas de bono cuentan con cielo raso en los corredores y aleros.
- El 38% de las casas tienen tubería PVC expuestas.
- 30% de las casas carecen de sistemas de ventilación de sus aguas residuales.
- El 54% de las viviendas cuentan con cielo raso y de estos, el 89% es de tablilla de PVC.
Inspecciones estrictas de principio a fin
Olman Vargas, presidente del CFIA, sostuvo que los defectos detectados son menores con respecto a los que se identificaban hace 15 o 20 años atrás, pero reconoció que aún faltan cosas por hacer.
“Las personas que habitan las viviendas de interés social normalmente no son personas que tengan recursos para mejorar sus viviendas, así que son las viviendas que mejor acabo deberían tener porque son las que deben mantenerse más en el tiempo sin necesidad de un mantenimiento periódico.
“Lo importante es que la vivienda tenga las mejores condiciones, incluyendo la parte eléctrica e incluyendo el tema de las aguas servidas. Por eso hacemos una observación a las autoridades de vivienda para que el proceso de inspección de las obras se cumpla de la manera más estricta y las viviendas finalmente tengan la calidad que corresponda”, reafirmó Vargas.
Añadió además que “la parte de inspección hay que revisarla. Recuérdese que hay una condición en la legislación del Sistema Financiero de la Vivienda que a los profesionales que hacen las inspecciones únicamente se les paga el 50% del honorario que está establecido.
“Eso hace que el honorario sea estricto en la primera parte de cuando se levanta la vivienda, en todo lo que es la inscripción de la parte estructural, pero tal vez sea un poco más laxo al momento de hacer las revisiones finales y es donde se termina de construir la parte eléctrica y la parte de aguas servidas”, aseveró Vargas.
En este sentido, instó a los profesionales a realizar inspecciones estrictas desde el principio hasta el final para garantizar plena calidad de las viviendas.
Sobre los resultados de la auditoría realizada por el CFIA, Dagoberto Hidalgo, gerente general del BANHVI, indicó que, pese a los avances y las mejoras en la calidad de las viviendas y el acceso de los servicios, se debe trabajar en las debilidades.
“Especialmente vamos a abordar el proceso de mejora en tres vías. Uno, mejorando los procesos de inspección de nuestros profesionales, haciendo un llamado puntual también a las empresas desarrolladoras y constructoras y finalmente vamos a reforzar con las entidades autorizadas del Sistema Financiero Nacional para la Vivienda que son las que controlan y supervisan el proceso de ejecución de las obras de interés social”, concluyó Hidalgo.
